Tuesday, January 27, 2015

Tiempos para amar


Amar parecería ser un verbo que no puede refrenarse.
Su conjugación sucede o no sucede, pero cuando lo hace es un verbo que trae cola...

Pues cuando amamos, necesitamos tiempo para decirle a quienes amamos cuan importantes son en nuestras vidas.

Cuanto mas hacemos, mas comprometemos nuestro tiempo y luego los días se terminan, y la vida parece decidir por nosotros cuando muchas veces ya es tarde...
Has sentido  muchas veces la sensación de estar como tiroteado por 25 cosas...reclamos, quejas, nadie esta contento?
Pues bien alerta amarilla, eres tu el responsable de esa vida, así que hazte cargo de hacer un poco de orden.

Pues desbordados, dejamos para la próxima semana el llamado, o la visita, o el escribir esa notita para dejarle debajo de la almohada.

Y lo pense así con mi amor de madre, siempre me gusto decir que mis hijos padecían el mismo problema que los  productos lácteos, venian con fecha de vencimiento.
Si no me hacia tiempo para jugar con ellos, cuando llegase ese momento adecuado, seguramente jugar ya no entrara entre sus intereses...
Todo tiene su momento justo.
El tiempo en que las cosas tienen valor no es cualquiera, ni se acomoda al nuestro.

Y me replanteo cómo,  quienes con TDAH y otros muchos que sin padecerlo se ven desbordados por el mal manejo del tiempo, harán para llegar a tiempo a decirles a los que aman que los aman.

Pues ese momento es uno.

Y seguramente implicara algo incómodo, se nos desacomodarán las cosas, generará gastos impensados, o postergaciones en cosas propias, cambios de planes, cancelaciones, barajar y dar de nuevo.
Pero amar genera incomodidades.
El amor irrumpe en nuestra vida, y a veces pareciera que la interrumpe.

Pueden existir tiempos muy diferentes de usar y vivir el tiempo, lo único que quiero recordarles es que una vez que se extingue, es tarde.

Mirar a quienes amamos no solo será generador de bienestar sino también de acercarnos cuando vemos que les hacemos falta.
Para esto, debemos estar bien atentos.

Ayer dos de mis hijos volvieron a casa.
Los dos mas chicos de cada etapa.
Cuando estaban ocupados, viviendo su vida, seguramente cambiaron sus planes.

Me consintieron, me acompañaron, se ocuparon de la comida, de que no fuera cualquier cosa sino de un verdadero agasajo, y lo mas increíble de todo, es que el ma


s pequeño vino a darme su mejor abrazo, muy similar al que me dio hace dos meses, cuando miró mi dolor de cerca.

Esto me dio mucha paz y mucho orgullo.

Pues la incomodidad fue superada por el amarnos tanto.
No se olviden, que siempre hay tiempo para amar, y si no lo encontramos nuestro amor esta necesitando reparaciones. Pues hay que buscarlo, nunca esta disponible.

Dejemos que el amar nos guíe con su eterna sabiduría compasiva.

Llegará el día en que quien amemos parta, y ese día su recibidor de abrazos habrá cerrado las puertas.
Mira hoy mas cerca a los que ames, solo de cerca sentirás cuando te necesitan.


Norma Echavarria
27 de enero 2015